Entre estas ventajas, destacan especialmente la comodidad de comprar desde casa (o cualquier lugar), la libertad de horarios, una variedad de oferta casi infinita, el anonimato en la búsqueda de información... y, naturalmente, a unos precios más competitivos. Diferencias que hacen que cada día nuevos compradores prefieran comprar sus artículos por Internet, antes que acudir al comercio tradicional.
El comercio tradicional, para competir con el comercio electrónico, tiene las ventajas de la disponibilidad inmediata, el trato personalizado, y que a día de hoy sigue inspirando más confianza al comprador. Una última diferencia que diariamente pierde importancia. Por ley, las garantías que ofrece la compra por comercio electrónico deben ser exactamente las mismas que las obtenidas mediante el comercio de calle.
Para aprovechar este nuevo mundo del comercio electrónico, y tener oportunidades de triunfar, resulta imprescindible cuidar al máximo cada uno de los aspectos que afectan a la satisfacción del cliente, y, cronológicamente, el último de estos puntos es la recepción del pedido. En este momento se valorarán especialmente, y tendrán una influencia definitiva en la satisfacción del comprador aspectos como la puntualidad, la calidad del servicio, la presentación y empaquetado de los artículos que hayan adquirido... y especialmente que no se den imprevistos, y de haberlos, que el cliente tenga noticia de ellos (así cómo de su solución) lo antes posible.
Por tanto, para mantener unos estándares de satisfacción suficientemente altos, diariamente hay que dedicar tiempo a preparar los pedidos, y hacer el seguimiento. Y este tiempo, especialmente teniendo en cuenta que hoy en día una tienda virtual sólo requiere de un ordenador, y una persona para su mantenimiento, demasiado a menudo dará problemas organizativos para llevar a cabo una realizar una gestión suficientemente ágil, o tener el cuidado necesario como para garantizar la calidad de servicio esperada, puesto que preparar los envíos, e informar a los compradores requerirá que se dejen de realizar otras tareas. Más aún si el almacén no se encuentra en la misma ubicación que el administrador.
La gestión de los envíos es habitualmente la principal problemática de las tiendas de comercio electrónico, que, por motivos de operativa, o bien acaban programando un día de la semana para aprovechar el tiempo, o debido a la falta de un espacio de almacén donde tener los artículos, se producen rupturas de stock más o menos frecuentes. En consecuencia, el mismo proceso de envío que en las peores condiciones posibles se podría efectuar en un máximo de dos o tres días, a menudo se alarga más de una o dos semanas. El resultado, es que el cliente que ha comprado ese artículo se impacienta. La demora en la entrega es el peor de los inconvenientes de comprar online, por lo tanto, hay que evitar que las esperas sean más largas de lo imprescindible.
Lo principal a tener en cuenta, es que el comprador, además del mejor precio, quiere que la gestión de su pedido, y el envío de sus compras sea lo más rápido posible.
En consecuencia, si después de hacer una compra por comercio electrónico, la recepción de los artículos es rápida, y las condiciones de entrega satisfactorias, no sólo se está fidelizando al cliente. También se está haciendo un trabajo de promoción, gracias a que, al tratarse de un nuevo canal de venta, es bastante habitual que quien haga una prueba en cualquier tienda virtual, comente la experiencia con sus conocidos, animando a comprar en unas tiendas, y desaconsejando otras.
Por todos estos motivos, Logística Vifra ofrece un servicio adaptado a las necesidades del comercio electrónico, que, por tanto puede ser mucho más completo de lo que habitualmente se puede esperar en un almacén logístico. Desde el control de stocks, hasta la recepción, clasificación y envío de los pedidos. Incluido el control de calidad, la manipulación y empaquetado, si es necesario en el packaging corporativo, y la preparación de la factura correspondiente a cada una de las ventas.
De esta manera, el administrador de la tienda virtual se puede olvidar de las tareas rutinarias en la logística y envíos, conservando las máximas garantías en lo relativo a respetar los plazos de entrega, y mantener la calidad del servicio.